viernes, 7 de octubre de 2011

El mundo submarino - Espacios aéreos y presión - Parte 1


Como nuestro cuerpo está compuesto principalmente por agua, normalmente no sentimos la presión a la estamos sometidos, pero si la presión circundante varía, sentimos el cambio como una sensación molesta en los oídos. Estos, al igual que los senos nasales y nuestros pulmones, están llenos de aire. Al sumergirnos bajo el agua, la presión que ésta ejerce sobre nuestro cuerpo casi no nos afecta, pero si se siente en nuestros espacios aéreos. Como el agua es más densa que el aire, los cambios de presión se sienten más rápidamente.

Efecto de la presión
A nivel del mar, la presión atmosférica es relativamente constante. En el agua la presión aumenta 1 atmósfera cada 10 metros/33 pies.  El aumento de la presión afecta la densidad del aire, incrementándolo por reducción del volumen. Estos cambios son proporcionales, si se triplica la presión, también lo hace la densidad (Ley de Boyle; volumen es inversamente proporcional a la presión.  Por más información: http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Boyle-Mariotte). Para mantener el volumen ante un aumento de presión, se debe añadir más aire (principio de  compensación) en forma proporcional al mismo. Inversamente, el aire se expande en forma proporcional a la disminución de la presión. Si éstos cambios se producen en un recipiente abierto, el exceso de aire saldrá como burbujas, pero si el recipiente es cerrado y flexible, y el volumen excede el del recipiente, éste se romperá.

Espacios aéreos corporales
Los espacios aéreos que tiene un buzo, son tanto corporales, como aquellos creados por el uso de equipos de buceo. Los espacios aéreos más afectados son los senos nasales y los correspondientes al oído medio. El espacio artificial más afectado es el que crea la máscara. Durante el descenso, el aumento de presión comprime los espacios aéreos corporales; si las presiones no se equilibran la sensación puede ser extremadamente molesta. La compresión es el producto del desequilibrio de las presiones que ocasiona dolor o molestia en un espacio aéreo corporal. En éstas condiciones la presión externa es mayor que la interna. La compresión puede darse en oídos, dientes, pulmones y el interior de la máscara. Para evitar éste efecto, debe añadirse aire en los espacios aéreos  durante el descenso, antes de que produzca la molestia. Este mecanismo se llama compensación. Como los oídos y los senos nasales están anatómicamente conectados con  la garganta, se puede compensar cada uno de ellos con aire proveniente de los pulmones. El espacio aéreo creado por la máscara puede compensarse exhalando aire por la nariz. En el caso de la dentadura, es complicado, ya que la compresión se produce cuando existen orificios en la dentadura, producto de de lesiones dentales o empastes degastados. Dado que no se puede ingresar aire en estos orificios durante el buceo, la única forma de evitar esto es llevar a cabo revisaciones odontológicas periódicas. Respecto a los pulmones, al utilizar un equipo S.C.U.B.A., se compensa el volumen en cada inspiración. En apnea, los pulmones pueden comprimirse sin inconvenientes, ya que al ascender recuperarán su volumen hasta llegar casi al inicial.

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